Podemos ver al Cristo? |
¿Podemos ver al Cristo?
Por el presidente Dieter F. Uchtdorf
Segundo Consejero de la Primera Presidencia
Una noche, mientras un abuelo le leía un cuento a su nieta de cuatro años, ella levantó la vista y dijo: “¡Abuelito, mira las estrellas!”. El anciano sonrió amablemente y dijo: “Estamos dentro, cariño; no hay estrellas aquí”. Pero la niña insistió: “¡En tu habitación hay estrellas! ¡Mira!”.
El abuelo alzó la mirada y, para su sorpresa, notó que el techo estaba salpicado de destellos metálicos. La mayor parte del tiempo eran invisibles, pero cuando la luz se reflejaba de cierta manera en ellos, realmente parecían un campo de estrellas. Fueron necesarios los ojos de una niña para verlos, pero allí estaban. A partir de aquel momento, cuando el abuelo entraba en su habitación y alzaba la vista, podía ver lo que antes no había sido capaz de percibir.
Estamos entrando en otra maravillosa época navideña llena de música y luces, fiestas y presentes, pero, de todas las personas, nosotros, como miembros de la Iglesia que llevamos el nombre del Salvador, debemos ver más allá de la fachada de la temporada y percibir la verdad y la belleza sublimes de este periodo del año.