Al sumar la formación académica al carácter y a la integridad, los graduados pueden efectuar grandes cambios positivos en el mundo. Ello fue un tema recurrente en los discursos de las ceremonias de graduación pronunciados en cuatro instituciones distintas de educación superior por el Presidente de la Iglesia y por algunos miembros del Quórum de los Doce Apóstoles. En cada uno de esos sitios, dichos profetas y apóstoles subrayaron la necesidad de que los graduados contribuyan al mundo de forma positiva.
Nadar contra la corriente
“No se trata sólo de la disposición de trabajar arduamente que les ha traído hasta aquí, sino también de las cualidades de carácter que han cultivado durante todas sus vidas”, le dijo el presidente Thomas S. Monson a los graduados 2011 del Dixie State College de Saint George, Utah.