Hace unos cinco o seis meses cuando fui llamado como líder misional del barrio frecuentemente me he hecho las siguientes tres preguntas:
1. Que puedo hacer para fortalecer mi fe en el Señor y cumplir con mi llamamiento.
2. Como puedo persuadir a otros a aceptar el evangelio.
3. Como puedo persuadir a los miembros y líderes a ayudar en la obra de salvación.
Cuando fui llamado una de las primeras cosas que hice fue leer y aprender sobre mi llamamiento y me di cuenta que no estaba solo.
Quien puede ayudar?
1. El obispo
2. El miembro del sumo consejo
3. El consejo de barrio
4. Los misioneros de tiempo completo
5. Los misioneros de barrio
6. Todos los miembros del barrio. Es el recurso más grande que un líder misional puede tener para ayudar a encontrar e invitar a otros a venir a Cristo.
Me senti mucho mas tranquilo al saber que es deber de todos ayudar en la obra de salvación.
Como dice en D&C 138:56 los miembros de la Iglesia han sido enviados “a obrar en su viña en bien de la salvación de las almas de los hombres”
El lider misional de barrio debe ayudar a los miembros a encontrar y preparar a sus amigos y vecinos para que escuchen a los misioneros. Todos los que hemos servido una misión sabemos que la mejor forma convertir es a través de las familias de la Iglesia. Como dijo el presidente David O.McKay “Cada miembro un misionero!”.
Ahora quiero citar el Presidente Monson : “Ahora es el momento de que los miembros y los misioneros se unan y trabajen juntos, que trabajen en la viña del Señor para llevar almas a Él. Él ha preparado los medios para que compartamos el Evangelio de muchas maneras, y Él nos ayudará en nuestros esfuerzos si actuamos con fe para llevar a cabo Su obra.”
A continuación mencionare algunas sugerencias que ayudarán a los miembros a involucrarse en la obra misional.
1. Poner el ejemplo, primero encontrando y preparando personas para que los misioneros les enseñen, y también hermanando y amistando a los investigadores, nuevos conversos y miembros menos activos. Ademas vivir el Evangelio de Jesucristo, el trabajo misional realmente puede dar frutos cuando este se da por el verdadero ejemplo mientras vivimos el Evangelio.
