jueves, mayo 24, 2012

Receta para un hogar feliz

Receta para un hogar feliz


Por PAUL VANDENBERGHE

La unidad, el Evangelio y la diversión de toda la familia junta son los ingredientes que esta familia sueca combina y que da como resultado un hermoso ejemplo de amor.


Receta para un hogar feliz
Te despierta el sonido de una voz cómica, proveniente de la cocina, cantando en un falsete muy agudo. Naturalmente, sientes un poco de confusión y tal vez se te ocurra pensar una de dos cosas: (1) “Es mi hermanita que está buscando galletas en la cocina”, o (2) “¡Ésta no es mi casa!”. Pero, si eres miembro de la familia Ronndahl, de Kavlinge, Suecia, no sientes ninguna confusión; es más, esperas esto todas las semanas con gran expectativa, no exactamente el canto sino lo que la familia llama un “desayuno de hotel”.

“Me encanta el desayuno de los sábados”, dice Isabelle Ronndahl, de catorce años, cuando se le pregunta cuáles son algunos de los aspectos de su familia que más le gustan. “Siempre lo prepara papá y hace un desayuno delicioso”. Ante esa afirmación, surge un coro de “¡Sííí!” de los demás hijos de los Ronndahl, que con entusiasmo hacen un gesto de aprobación con la cabeza.

“Nos despertamos con los cantos de papá”, explica Andreas, de dieciséis años. Algunos de sus hermanos ofrecen imitaciones del padre y todos rompen a reír, incluso los padres, Brynolf y Kristina. La risa es un sonido que se deja oír con frecuencia en su hogar. Después continúan describiendo la forma en que, a continuación del canto, el aroma del tocino y de los huevos frescos saca a la familia de la cama todos los sábados por la mañana. Parece que disfrutan más de estar juntos que de compartir los alimentos.

viernes, mayo 18, 2012

Monitorea tu tiempo frente al monitor


television-familia
Tiempo frente al monitor

Sé sabio con el tiempo que le dedicas a internet, a la televisión y a tu familia.

La tecnología puede tener una fuerte influencia para bien o para mal, dependiendo de cómo se usa. Aquí descubrirás cómo los demás se conectan a la tecnología y se desconectan de ella de manera positiva. Esta semana, ¿qué harás tú para monitorear el tiempo que pasas frente al monitor?

Una buena conexión

[La tecnología] une a todo el mundo. Puedo escuchar la conferencia general con sólo hacer clic en un botón. También le permite a mi familia comunicarse unos con otros.
—Daniel B.

Internet [LDS.org] me ayudó a preparar un discurso para la iglesia. Me encanta que puedo hacer historia familiar en línea y lo fácil que es imprimir un nombre y llevarlo al templo.


Desconéctate para mantener una vida equilibrada


Algunas veces es importante desconectarse de la tecnología para mantener un equilibrio saludable en la vida. Aquí encontrarás lo que otras personas tienen que decir con respecto a tomarse un descanso de la tecnología.

Necesitas tomarte un descanso para disfrutar del mundo y hablar con Dios, no sólo con tus amigos en Facebook.
—Elise K.

Una fuerza para hacer el bien


El élder M. Russell Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles enseñó:

miércoles, mayo 09, 2012

Mi Deber a Dios

Mi deber a Dios
Mi deber a Dios


El nuevo sitio del programa para hombres jóvenes Mi Deber a Dios está disponible ahora en español. En este sitio, los hombres jóvenes pueden crear y mantener sus planes online. Los jóvenes deben crear una cuenta LDS Account aquí. Esta cuenta puede ser creada con la fecha de nacimiento y el número de cédula de miembro SUD (solicite al secretario del barrio).

Este sitio también contiene videos y otros materiales que van ayudar a los hombres jóvenes completaren sus planes del programa Mi Deber a Dios.

Por favor ayudenos a compartir este sitio con todos!

Ustedes son importantes para Él

DIETER F. UCHTDORF

El Señor utiliza una balanza muy diferente de la del mundo para pesar el valor de un alma.



dieter f. uchtdorf
Dieter f. uchtdorf


Moisés, uno de los más grandes profetas que el mundo haya conocido, fue criado por la hija de Faraón y pasó los primeros cuarenta años de su vida en los recintos reales de Egipto. Él fue testigo ocular de la gloria y del esplendor de ese antiguo reino.

Años más tarde, en la cima de una alejada montaña, aislado del esplendor y de la magnificencia del poderoso Egipto, Moisés estuvo en la presencia de Dios y habló con Él cara a cara, como un hombre que habla con su amigo1. Durante el curso de esa visitación, Dios le mostró a Moisés la obra de Sus manos, concediéndole una visión de Su obra y gloria. Al concluir la visión, Moisés cayó a tierra por el espacio de muchas horas. Cuando finalmente recuperó sus fuerzas, se dio cuenta de algo que, en todos sus años en la corte de Faraón, nunca antes se le había ocurrido.

Él dijo: “…sé que el hombre no es nada”2.